He aprendido que Amar es no siempre decir si y consentir todo, que la firmeza es necesaria para que no se genere caos. Que decir no a veces, no es tener ego, o no amar, sino que es respetarse y respetar a todos sin excepción. Que el ser condescendiente con lo que perjudica puede llevar a grandes males para todos y así caer en la complicidad e hipocresía, prefiriendo estar cómodos en lugar de ir de frente con la verdad.
Como Simón Pedro muchos desaparecen en medio de la adversidad en lugar de mancomunar fuerzas, en este vía crucis que la ha tocado vivir ahora a la humanidad, así como en su momento le tocó a Jesús. Y pondrán miles de escusas, o que su evolución espiritual y sensibilidad no les sirve para estar en medio de situaciones a resolver, o si sensibilidad. El guerrero de la luz siempre está donde se lo necesita
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