Una cosa es como sentimos y otra como accionamos frente a
ese sentimiento
Frente al dolor ajeno vamos a sentirlo en carne propia, eso
es tener compasión sentir en carne propia el dolor ajeno y obrar en
consecuencia.
Si fuéramos insensibles al dolor ajeno, terminaríamos siendo
muy mentales estancándonos en nuestro proceso evolutivo.
Pero ojo… si sufrimos ¿bajamos los brazos? … o reaccionamos
con más fuerzas para seguir andando y dar lo mejor de nosotros mismos al todo y
a todos.
No bajemos los brazos
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