El guerrero de la luz no ha venido por los sanos, sino por
los enfermos de espíritu.
Él combate la obscuridad de la mente de aquellos que aún no
han logrado abrirse a su verdadera esencia: el Amor que anida en su interior.
El guerrero de la luz día tras día, también está atento a
las señales que se cruzan en su camino, para no equivocar sus pasos y así no
terminar en algún momento perdido en su camino.
El tensa su arco, en la actitud correcta, en su justa
medida, para lanzar flechas de Amor y así incentivar para que se vayan abriendo
corazones, que se cruzan en su camino.
La misión de un guerrero jamás termina, porque siempre habrá
alguien que necesite flechas de Amor , para comenzar a abrir su corazón
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