Lo grande en lo pequeño.
De qué nos sirve cumplir la gran misión en nuestras vidas,
si no somos capaces de realizar pequeñas acciones en el día a día.
Dar un gracias, una palabra de aliento a quién la necesite,
sonreírle a aquel que se cruza en nuestro camino, decir un te quiero, demostrar
con pequeñas acciones que todos son igualmente amados, más allá de su misión o
de su evolución en este camino.
Lo grande también está en lo pequeño.
Nuestra gran misión en realidad, es darle afecto a todo el
que se cruza en nuestro destino.
Por lograr la meta no nos olvidemos de ángeles humanos que
Dios ha puesto en nuestro destino. Cuantas veces por pensar que no tenemos
tiempo perdemos la posibilidad de iluminar el alma de un ser vivo.
En realidad sirve de algo cumplir nuestro objetivo, si hemos
descuidado ángeles humanos en nuestro camino.
Sí queremos cuidar todo el bosque, empecemos cuidando el
árbol más frágil y pequeño del mismo.
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